«El conocimiento no es suficiente, hay que ponerlo en práctica. La voluntad no es suficiente, hay que actuar». Esta cita de Johann Wolfgang von Goethe es plenamente aplicable al debate sobre la seguridad y la defensa de la UE.

«El conocimiento no es suficiente, hay que ponerlo en práctica. La voluntad no es suficiente, hay que actuar», afirmó el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe. Esta cita es muy pertinente en los debates sobre la seguridad y la defensa de la UE.

Sabemos desde hace mucho tiempo que el entorno estratégico de Europa está empeorando con gran rapidez, pero no siempre nos hemos servido de ese conocimiento. Del mismo modo, hemos expresado a menudo nuestro deseo de que la UE se transformara en un actor más fuerte en materia de seguridad y defensa, pero no siempre hemos actuado en consecuencia.

Hace dos años, los dirigentes de la UE me encargaron, en calidad de alto representante, que elaborara un plan ambicioso y ejecutable para reforzar el papel de la UE en materia de seguridad y defensa. Esta semana, 27 ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de la UE han adoptado la Brújula Estratégica, que será aprobada hoy por los dirigentes de la UE.

La guerra contra Ucrania acentúa aún más la necesidad de un cambio radical en la seguridad y la defensa de la UE. El objetivo de la Brújula Estratégica es encontrar la forma de lograrlo en la práctica.

Comenzamos a trabajar en la Brújula Estratégica cuando sentimos que, en un mundo dominado por la política del poder, la UE necesitaba hablar la lengua del poder e incrementar su capacidad de actuación colectiva. Todo lo que ha sucedido desde entonces no ha hecho sino reforzar este argumento. Es evidente que la guerra contra Ucrania confirma aún más la necesidad de un cambio radical en la seguridad y la defensa de la UE. Hoy en día, nadie niega que necesitemos capacidades sólidas y la voluntad de utilizarlas frente a todo el espectro de amenazas que nos acechan. Encontrar la forma de lograrlo en la práctica es el objetivo de la Brújula Estratégica, un documento muy completo, organizado en torno a cuatro líneas de trabajo principales:

- Actuar con más rapidez y firmeza cuando se produzca una crisis.

- Garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos frente a amenazas que cambian rápidamente.

- Invertir en las capacidades y tecnologías que necesitamos.

- Trabajar de manera asociativa para alcanzar objetivos comunes.

La Brújula cuenta con un plan concreto para una Capacidad de Despliegue Rápido de la UE que nos permitirá desplegar rápidamente hasta 5 000 efectivos para distintos tipos de crisis, en función de los diferentes escenarios. También aumentaremos la disponibilidad de nuestras fuerzas mediante ejercicios reales periódicos (nunca antes realizados a nivel de la UE), mejoraremos nuestros mecanismos de mando y control y promoveremos una toma de decisiones más rápida y flexible.

Ampliaremos nuestra capacidad para combatir las ciberamenazas, la desinformación y las injerencias extranjeras. Incrementaremos la inversión en los elementos de apoyo estratégicos necesarios y en capacidades de nueva generación. Todo ello hará que la UE sea un garante de seguridad para sus ciudadanos más capaz, pero también un socio más fuerte a escala mundial —en su cooperación con las Naciones Unidas, la OTAN y otras partes— en pro de la paz y la seguridad internacionales.

La Brújula Estratégica, más que otros documentos que elaboramos habitualmente en Bruselas, establece acciones concretas, con plazos claros para medir los avances. Se trata de un documento que pertenece a los Estados miembros que, con su firma, se comprometen a aplicarlo.

La próxima etapa: aplicación, aplicación y aplicación.

Soy plenamente consciente de que hablar es muy fácil y no cuesta nada, pero ofrecer realmente seguridad y defensa es difícil y costoso. El éxito de la Brújula Estratégica se medirá en función de la obtención o no de resultados concretos. Por eso tenemos que pasar inmediatamente a la fase de aplicación, colaborando, entre otros, con los Estados miembros, la Comisión Europea y la Agencia Europea de Defensa (AED).

No pararé hasta que se consigan resultados. Si existieran bloqueos o dudas para aplicar lo que todos han acordado ahora, no dudaré en señalarlo.

En cuanto a la aplicación, me limitaré a mencionar algunas líneas de acción: empezaremos enseguida a trabajar en los escenarios que guiarán el desarrollo de la Capacidad de Despliegue Rápido e iniciaremos los preparativos para ejercicios reales a escala de la UE. En mayo, la Comisión, junto con la AED, elaborará un informe sobre las lagunas existentes en materia de defensa y presentará propuestas sobre cómo colmarlas. La misma urgencia hará que aceleremos nuestro trabajo sobre ciberataques, amenazas híbridas, injerencias extranjeras y manipulación de la información, y nuestras actividades en materia espacial, marítima, etc.

Es fundamental mantener esta dinámica. En calidad de alto representante, no pararé hasta que se consigan resultados. Si existieran bloqueos o dudas para aplicar lo que todos han acordado ahora, no dudaré en señalarlo.

Si una guerra abierta en nuestro continente no nos obliga a actuar y a convertirnos en un verdadero actor de la seguridad, ¿cuándo lo haremos?

Para más información, les invito a leer mi prólogo personal «Una Brújula Estratégica para hacer de Europa un garante de la seguridad» y a consultar el documento completo aquí. Todos los documentos pertinentes se encuentran en la página web especial del SEAE dedicada a la Brújula Estratégica.