Conferencia Internacional de Donantes en solidaridad con los Refugiados y Migrantes venezolanos

On 26 May, the international community gathered again to show solidarity with millions of Venezuelan refugees and migrants who have had to flee their country in order to find refuge abroad, especially in the neighbouring countries including Colombia, Peru and Ecuador. The Covid-19 pandemic has only aggravated their already dire situation, and their access to health services, water and sanitation, education, housing and a decent social and economic life. The aim of this second International Conference has been to shine the spotlight on the increasing needs of all these Venezuelans who seek protection, and for whom the outbreak of the Covid-19 pandemic presents an additional challenge of unpredictable magnitude. Our mission only starts now.

El Grupo de Trabajo Educación y Movilidad Humana y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) hacen un llamado a los países de la región a no olvidar el espíritu de la Agenda 2030 de “no dejar a nadie atrás”. Específicamente, a no excluir a las personas en situación de movilidad dentro de las respuestas educativas de emergencia que se implementan en el marco de la pandemia por Covid-19.

¡Ha llegado el momento! Algo está pasando y tú eres parte importante, nos unimos con más de 50 músicos en 11 países para reducir las distancias. ¡Escucha esta canción!

El Perú acoge alrededor de 865 mil venezolanos, siendo el segundo en recibir migrantes de ese país y aquel que ha recibido la mayor cantidad de solicitudes de la condición de refugiado de ciudadanos venezolanos en el mundo, albergando en nuestro territorio aproximadamente a la mitad de los solicitantes del orbe.

Desde el inicio de la crisis migratoria, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ha asistido a 1.5 millones de migrantes en Arauca, Atlántico, Cesar, La Guajira, Magdalena, Nariño y Norte de Santander. Durante el primer trimestre de 2020, WFP atendió alrededor de 300.000 migrantes y miembros de comunidades de acogida por mes.

Las familias migrantes y refugiadas venezolanas que se encontraban en una situación frágil antes de la pandemia, ahora ven agravada su situación debido a la pérdida de empleo, las dificultades de acceso a prestaciones y servicios de emergencia, así como la falta de acceso a los sistemas de salud.

A project for local/urban integration of Venezuelan refugees and migrants into their host communities

Imagine walking the distance of Paris to Budapest with no food, money or decent shoes. Millions of Venezuelan migrants and refugees have to do it to flee poverty and hunger.

A series of 5 videos displaying the living conditions, the dreams, and the stories of Venezuelans refugees and the support that UNHCR and the EU are providing to them.

¿Cómo manejar la respuesta local dentro de la emergencia humanitaria?

Nos envían fotos y mensajes de su día a día tras la declaratoria de emergencia sanitaria.

En Soacha, a las afueras de Bogotá, Colombia, la crisis de la COVID-19 ha dejado sin ingresos a la población local y migrante.

RET’s COVID-19 Regional Response in Latin America and the Caribbean

Caminantes venezolanos dejan mensajes de amor y esperanza en una pared para aliviar a los recién llegados a una casa de acogida.

WFP distribuye kits de alimentos entre los grupos transgéneros para paliar el impacto socioeconómico de la COVID-19

Mientras estamos en tiempos difíciles, hay historias que inspiran y te sacan una sonrisa. Esta es la historia de niñas y niños migrantes que viven juntos el aislamiento en Riohacha, La Guajira.

Las consecuencias del coronavirus están afectando seriamente la salud mental de las personas refugiadas, desplazadas y apátridas, ha alertado hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

A principios de marzo, antes de que el COVID-19 se declarase una pandemia, Samuel Suárez ya estaba dando consejos a ecuatorianos en riesgo en áreas rurales sobre cómo prevenir la infección y salvar sus vidas*.

Las órdenes de confinamiento por el COVID-19 han tenido un alto costo para los refugiados y migrantes venezolanos, muchos de los cuales ya estaban luchando para subsistir incluso antes de la pandemia.

Entrega de kits alimentos y aseo personal –Programa SI FRONTERA: “Soy ama de casa, mi esposo se ha quedado desempleado y gracias a esta ayuda hemos podido solventar los alimentos del día para nosotros y mis hijos/as”.

News of the COVID-19 pandemic had not reached Horihanny Del Valle, a pregnant 16-year-old migrant from Venezuela, until a few weeks ago, when she heard about the coronavirus from friends. “I saw people talking about and it scared me,” she recalled.

Amid the crisis due to coronavirus, UN Volunteers have adapted their work to keep serving the communities. For UN Volunteers, this pandemic is an example that Venezuelans and internally displaced persons of concern need accurate orientation, now more than ever.

Ahora son miles de migrantes venezolanos que, en medio de la desesperación, deciden emprender un largo camino de regreso a casa, a enfrentar la pandemia en un país que carece de agua y electricidad en 80% de sus hospitales.

En el mes de diciembre se conmemoran el Día Mundial del Sida (1ro de diciembre) y el Día Internacional del Migrante (18 de diciembre). Ambas fechas nos convocan a mirar con atención la situación de los flujos mixtos que salen de Venezuela y que representan la mayor movilización de personas de la historia de Latinoamerica y el Caribe: hay más de 4,8 millones de personas refugiadas y migrantes venezolanas en todo el mundo, de los cuales 3,9 millones se encuentra en países de la región.

“Aquí no tenemos casa, familia, ni derechos. Nos desalojaron y nos quedamos sin ningún tipo de ayuda. Lo único que queremos es regresar con nuestras familias y salir adelante en nuestro país Venezuela, aquí cada día estamos peor” dijeron migrantes venezolanos a NRC en Bogotá, la capital de Colombia.

“Esta es la comida que pudimos compara con la ayuda que nos dieron. Estamos en tiempos difíciles y esto nos ayuda a no vivir tan apretados” dijo un hombre venezolano que se desplazó hasta Santa Marta en Colombia. Él y su familia pudieron acceder a la alimentación durante la cuarentena a través del apoyo económico de NRC.

After the border closure left thousands stranded, the IRC moved quickly to set up triage medical care, including testing and treatment for COVID-19.

Doctor Gerson Costa Filho left service in Basic Health Units (BHU) that were embedded in the communities of the northern region of Rio de Janeiro, where he worked for eight years, to dedicate himself to the health of refugees, migrants and the local community at the other end of the Brazil, in the state of Roraima. He joined the International Organization for Migration (IOM) Health team to reinforce local care at a city BHU.

“Con lo que recibimos no nos alcanza para comer, ni para el arriendo, para nada. Tenemos que dormir en la calle y exponernos al virus” Comenta José Gregorio uno de los cientos de miles de migrantes Venezolanos que vive en Ecuador. José es parte de la población que trabaja en el mercado informal vendiendo caramelos en las calles de Quito. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a finales de 2019 habían 330.000 venezolanos en este país.