Reforzar la inmunidad frente a la desinformación
La vacunación es uno de los mayores logros en materia de salud pública. Leemos información sobre enfermedades como la viruela en los libros de historia, en lugar de en los sitios web de noticias, precisamente gracias a las vacunas, que ayudaron a erradicarlas.
Sin embargo, desde el inicio de la pandemia se ha producido un volumen ingente de información engañosa y de teorías conspiratorias flagrantes sobre las vacunas. De hecho, el «miedo a las vacunas» ha estado presente en el subsuelo del espacio informativo durante bastante tiempo, siendo aprovechado con éxito por agentes de la desinformación, estatales y no estatales.
En 2018 el American Journal of Public Health publicó los resultados de una investigación que concluía que más del 93°% de los mensajes sobre vacunas publicados en Twitter entre 2014 y 2017 provenían de cuentas maliciosas . Esas cuentas maliciosas, algunas de las cuales estaban vinculadas a la infausta «granja de troles» con sede en San Petersburgo (Rusia), tuitearon mensajes tanto a favor como en contra de las vacunas para sembrar la discordia y la confusión y socavar la confianza del público en la vacunación.
La pandemia mundial, acompañada de lo que la Organización Mundial de la Salud denominó una «infodemia», alimentó la propagación de la desinformación contra la vacunación. De hecho, las vacunas, y en general las cuestiones relacionadas con la salud, constituyen un terreno fértil para todo tipo de desinformación. Se trata de temas especialmente complejos que nos llevan a buscar información nueva (especialmente en momentos en que se sabía poco sobre el nuevo coronavirus) y que, al mismo tiempo, pueden provocar emociones de curiosidad, miedo, ansiedad y preocupación. Estudios anteriores han evidenciado que una combinación de «novedad» y emociones contribuye a que las falsedades se propaguen casi seis veces más rápidamente que la verdad.
Teorías de la conspiración sobre la COVID-19 y las vacunas
- El coronavirus probablemente se creó en los laboratorios biológicos de la OTAN
- Bill Gates quiere introducir la vacunación obligatoria para controlar el mundo
- El verdadero objetivo de la vacunación es la eutanasia de las personas
- Las vacunas occidentales se desarrollan con fines de especulación financiera
- La epidemia de COVID-19 ha sido fabricada por los medios de comunicación
Esa es la razón por la que múltiples agentes de la desinformación, incluidos Estados extranjeros, consideran tan atractivos los mensajes contra la vacunación. Pueden utilizarse como asunto polémico para sembrar la discordia, exacerbar el miedo y la polarización social y, especialmente, para socavar la confianza en la salud y las autoridades públicas, en la ciencia y los medios de comunicación y entre las personas.
Muy a menudo, los mensajes de desinformación relacionados con la vacunación se construyen en torno a un «fondo de verdad» que los hace más verosímiles y difíciles de denunciar. Por ejemplo, para desacreditar a uno de los productores de vacunas contra la COVID-19, medios de comunicación controlados por el Estado ruso tomaron parte de una verdad, a saber, que su vacuna se desarrolló utilizando un vector vírico de chimpancés, y la rebautizó como «la vacuna del mono». Ese apelativo no solo tenía por objeto escarnecer al productor de la vacuna, sino también aprovechar los temores sobre la seguridad y la «pureza» de la vacuna.
¿Qué puede hacer usted?
Al igual que las vacunas pueden proporcionar inmunidad frente a los virus, incluido el responsable de la COVID-19, podemos crear inmunidad frente a la desinformación. Y podemos hacerlo nosotros mismos. La higiene, como el lavado frecuente de manos, nos ayuda a protegernos de la COVID-19. Del mismo modo, la higiene informativa puede ralentizar la difusión de información engañosa nociva, especialmente en las redes sociales.
Para practicar la higiene informativa, haga una pausa y reflexione antes de compartir o participar en contenidos en línea. Pregúntese:
- ¿Es fiable este contenido? Las noticias suelen ser bastante insulsas, excepto en raras ocasiones, como cuando dos tipos rescataron a un perro del agua helada que resultó ser un lobo. Si el contenido le altera, haga una pausa y asegúrese de comprobar: ¿alguien más ha informado al respecto? ¿Cómo saber si es cierto? Preste atención a cómo se utilizan las imágenes, los emojis y los titulares: ¿intentan evocar una emoción concreta en usted? Y recuerde que un elevado número de seguidores no significa necesariamente que una cuenta en las redes sociales sea una fuente fiable.
- ¿Quién es el autor del mensaje? ¿Puede encontrar alguno de sus trabajos anteriores? Dado que los periodistas y expertos reputados siempre tienen un historial, es fácil de localizar. Un amigo de Facebook no es necesariamente un experto en un asunto determinado y, si da con un experto, asegúrese de que su experiencia es en un ámbito pertinente.
- ¿Cuál es la fuente de las alegaciones? Los agentes de la desinformación a menudo citan fuentes «internas» anónimas falsas, que pueden incluso no existir. (El ejemplo más destacado de esto es la denominada conspiración QAnon. Sea especialmente precavido si las fuentes anónimas hacen afirmaciones generales, que son imposibles de verificar. Declaraciones como «todo está relacionado»; «nada es lo que parece»; «no quieren que sepas la verdad»; «existe un plan secreto», son claras señales de alerta de que se trata de desinformación. En el caso de las vacunas, los agentes de la desinformación suelen utilizar términos como «las grandes farmacéuticas» y «los medios de comunicación dominantes» de manera peyorativa, para socavar la confianza en los productores de vacunas y los periodistas.
- ¿Es fiable ese medio de información? Los medios de comunicación profesionales y fiables no se dejan llevar por las teorías de la conspiración y mantienen las opiniones unilaterales donde deben estar: en los artículos de opinión. El periodismo de prestigio sigue unas normas definidas del sector: un artículo debe tener más de una fuente y representar puntos de vista divergentes para exponer un testimonio equilibrado sobre un tema concreto. En caso de duda, eche un vistazo a la sección «¿Quiénes somos?» y «Contacto» del medio. Si se trata efectivamente de un medio de información fiable, debe encontrar la lista de periodistas que trabajan para él e información transparente sobre la organización y su financiación.
¡Prepárese! Si se siente abrumado e inquieto por la información que está recibiendo, infórmese sobre la respuesta de la UE a la pandemia de coronavirus. Más información:
- El apoyo de la UE a las vacunas y #VaccinesWork
- Entrada del blog:Vacunas:todo lo que necesita saber
- Vacunas contra la COVID-19: desarrollo, evaluación, aprobación y seguimiento
- Obtenga más información sobre la estrategia de la UE en materia de vacunas contra el coronavirus
- Consulte el portal europeo de información sobre vacunación
- 15 900 millones de euros de respuesta mundial al coronavirus
Siempre es una buena idea comprobar lo que dicen los verificadores de datos. Veamos algunas sugerencias:
- Base de datos de desinformación sobre el coronavirus: FIRSTDRAFT
- Verificadores de datos: Polygraph, StopFake, Snopes , y Politifact
- Busque su verificador de datos local en esta lista, o busque organizaciones que colaboren con Facebook
- Exponer y explicar la desinformación – Digital Forensics Lab
Y, por último, consulte EUvsDisinfo para conocer los últimos ejemplos de desinformación a favor del Kremlin, incluidas las vacunas.
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