La Unión Europea reconoce y protege la calidad de los productos locales a través de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Estos sellos aseguran que productos como el aceite de oliva y el vino mantengan sus características auténticas, vinculadas a su región de origen. En este video, exploramos cómo los Consejos Reguladores garantizan la trazabilidad y certificación de estos productos, beneficiando a agricultores, productores y consumidores.