«Al informar desde el frente y dar a conocer las graves violaciones de los derechos humanos y el Derecho internacional humanitario cometidas por las fuerzas armadas rusas, los periodistas hacen una importante contribución a contrarrestar la desinformación y la manipulación de la información en torno a la invasión», dice la declaración del alto representante Josep Borrell en nombre de la Unión Europea. «Desempeñan un papel crucial para garantizar que estas atrocidades no queden impunes. Los responsables deberán rendir cuentas de sus actos».

Según la plataforma del Consejo de Europa para la protección del periodismo y la seguridad de los periodistas, diez trabajadores de los medios de comunicación ucranianos e internacionales han sido asesinados y muchos otros han resultado heridos en Ucrania desde el inicio de la invasión. La UE proporciona ayuda de emergencia a los medios de comunicación y los periodistas que cubren la guerra en Ucrania, incluido apoyo psicológico, cascos y demás equipos de protección, así como financiación para cubrir sus salarios.

Los periodistas y expertos en comunación ucranianos @Sanatja @lisovskalana @IAPonomarenko, junto con @EUvsDisinfo @MBildziukiewicz, participaron con nosotros en la jornada  #WorldPressFreedomDay compartiendo ideas sobre la cobertura de la invasión rusa desde el frente.? En @TwitterSpaces el 3 de mayo a las 12Hhttps://t.co/rBwY5MAt5q pic.twitter.com/SOdlqEiBxS

— Servicio Europeo de Acción Exterior - SEAE ?? (@eu_eeas) 29 de abril de 2022

Entre tanto, en la Rusia de Putin, la represión de la libertad de prensa ha provocado un éxodo de los medios de comunicación. En marzo, un proyecto de ley que introducía penas de hasta 15 años de prisión para quienes publicaran «información falsa a sabiendas» sobre el ejército ruso y sus operaciones llevó a algunos medios de comunicación a dejar de informar sobre Ucrania. El Gobierno ruso bloqueó el acceso a varios medios extranjeros, entre ellos BBC News Russia, Voice of America, RFE/RL y Deutsche Welle, además de Facebook y Twitter.

Pese a semejante clima de hostilidad contra los periodistas en Rusia y Bielorrusia, sigue habiendo valerosos profesionales y medios de comunicación independientes que se esfuerzan por informar sobre la invasión rusa y las atrocidades cometidas contra el pueblo ucraniano. Habiendo recibido dos advertencias del Kremlin, varios periodistas del diario ruso independiente Novaya Gazeta, exiliados de Rusia en marzo tras suspender este medio sus actividades, anunciaron el 7 de abril el lanzamiento de Novaya Gazeta Europa, nuevo medio que para evitar la censura de Putin publicará desde Riga (Letonia) en varias lenguas además del ruso. Ese mismo día, Dmitry Muratov, Premio Nobel de la Paz y redactor jefe de Novaya Gazeta, fue agredido con pintura roja por un desconocido en Moscú.

Dmitry Muratov, Premio Nobel de la Paz y redactor jefe de Novaya Gazeta, cubierto de pintura roja tras resultar agredido el 7 de abril de 2022.

El periodismo, bajo asedio digital

Entre 2016 y 2020 murieron 400 periodistas según el último documento de debate sobre el informe de tendencias mundiales de la UNESCO titulado «Amenazas que silencian: tendencias en la seguridad de los periodistas». Aunque la cifra supone una disminución del 20 % en comparación con los cinco años anteriores, sigue siendo inaceptable el grado de impunidad: en nueve de cada 10 asesinatos de periodistas, los responsables salen impunes.

El estudio apunta a una correlación entre esta rampante impunidad y los crecientes niveles de amenaza a la seguridad de los periodistas, que a menudo los llevan a autocensurarse: ataques físicos no letales, secuestros, detenciones arbitrarias, amenazas, acoso tanto fuera de línea como en línea y represalias contra sus familiares.

El tema del Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año («El periodismo, bajo asedio digital») se centra en las múltiples formas en que el periodismo se ve amenazado por el seguimiento y los ataques digitales contra los profesionales, con las consecuencias que ello tiene para la confianza pública en las comunicaciones digitales.

«El acoso en línea, el seguimiento tanto masivo como selectivo, las vulnerabilidades en materia de almacenamiento de datos y los ataques digitales (incluido el pirateo informático) son algunas de las muchas formas en que se utilizan las herramientas digitales para poner en peligro la seguridad y la integridad de los periodistas y de sus fuentes» según el informe. «Agentes tanto estatales como no estatales utilizan estas tácticas para acceder a información confidencial e intimidar a los periodistas. Hay datos que inclinan a pensar que las amenazas digitales a las que se enfrentan los periodistas van en aumento».

Además del auge de los ataques digitales, el informe de la UNESCO advierte de que las amenazas a la seguridad de los periodistas se han acentuado debido a la adopción de leyes que atribuyen a las fuerzas de seguridad más poderes de supervisión, a menudo justificándolo por motivos de seguridad nacional o salud pública. «La vigilancia y la piratería informática comprometen la protección de las fuentes de los periodistas, tal como demuestran las recientes revelaciones sobre el Proyecto Pegasus».