Juntos nos cuidamos, aprendemos y brillamos - Día Mundial de los Refugiados
© ACNUR/Santiago Escobar-Jaramillo. Los refugiados y migrantes venezolanos cruzan el puente internacional Simón Bolívar, el principal paso fronterizo hacia Colombia desde Venezuela. La mitad de los venezolanos migrantes se enfrentan a grandes riesgos en su viaje hacia la seguridad debido a su edad, sexo, salud u otras necesidades, o porque tuvieron que tomar decisiones drásticas para hacerles frente
Desgraciadamente, la pandemia no ha provocado el flujo de refugiados y otras personas desplazadas. Las crisis políticas y los conflictos prolongados se tradujeron en que, a mediados de 2020, más de 80 millones de personas en el mundo se vieron obligadas a abandonar sus hogares. La crisis de los refugiados sirios y venezolanos sigue siendo la mayor del mundo.
La UE ha estado a la vanguardia de la respuesta internacional a las grandes crisis de refugiados. La UE ayuda a la integración socioeconómica de los refugiados y migrantes venezolanos y presta apoyo a sus comunidades de acogida. Nuestro apoyo al desarrollo asciende actualmente a 136 millones EUR. Junto con sus Estados miembros, la UE es el mayor donante a la respuesta a la crisis siria, con 24 900 millones EUR movilizados desde 2011, proporcionando 2 400 millones EUR solo al Líbano.
La contribución de la UE también incluye esfuerzos para abordar las causas profundas de los desplazamientos forzosos, en particular mediante la prevención y la resolución de conflictos, así como esfuerzos más amplios para fomentar la paz y la seguridad. La protección de los niños en entornos frágiles y vulnerables y el acceso a la educación y a las actividades sociales, incluido el deporte, siguen siendo ámbitos de especial atención en los esfuerzos de la UE.
La UE también apoya los importantes esfuerzos realizados por los países que acogen a un gran número de refugiados. En particular, apoyamos a las comunidades de acogida en el fomento de su inclusión social, a través de medidas que afronten el acceso a la educación, la salud, el empleo y los medios de subsistencia. Una nueva iniciativa, «Lives in Dignity Grant Facility», acaba de anunciarse como parte de los esfuerzos de la UE para apoyar enfoques innovadores orientados al desarrollo en este ámbito. Los primeros 12 millones de euros de la financiación inicial de 24 millones se destinarán a regiones de Asia, América Latina y África subsahariana.
¿Cómo ha apoyado la UE a los refugiados durante la pandemia?
Esta semana, la UE organizó una sesión abierta en línea para reflexionar sobre los retos a los que se enfrentan las personas migrantes, en particular durante la pandemia. Varias instituciones de la UE participaron en la sesión, así como el ACNUR y la activista de derechos humanos Anila Noor.
La solidaridad con quienes reclaman apoyo y la responsabilidad de garantizar el respeto de sus derechos fueron dos mensajes enérgicos compartidos. El nuevo Pacto sobre Migración y Asilo contribuye a este reconocimiento. Desde su proyecto hasta su aplicación, la cooperación bilateral y
multilateral resulta esencial: es importante destacar la cooperación con las autoridades nacionales, el ACNUR, la OIM y las organizaciones de la sociedad civil.
Garantizar la protección en la lucha contra la COVID-19
«Albania es un segundo hogar para mí. El pueblo albanés siente curiosidad por nosotros, pero nos ha brindado una gran acogida a mí y a mi hijo pequeño»
Evelyne es una refugiada congoleña que ha vivido en Albania durante los últimos años. RMSA, socio del ACNUR, ha acompañado a Evelyne a lo largo de su viaje de integración en Albania, desde la educación hasta la formación en el puesto de trabajo, el apoyo financiero a la asistencia sanitaria.
Gracias a la contribución del Servicio de Instrumentos de Política Exterior de la UE como parte del proyecto «Determinar y afrontar los retos de la COVID-19 en la respuesta a los migrantes y refugiados en los Balcanes Occidentales», refugiados como Evelyne han podido acceder a los servicios sanitarios durante la pandemia de COVID-19.
El ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, y la Unión Europea donaron decenas de miles de equipos de protección artículos de higiene personal al Ministerio del Interior de Montenegro para proteger a los refugiados y solicitantes de asilo, así como a los trabajadores del Ministerio en primera línea. En total se proporcionaron 50 000 mascarillas, 50 000 guantes, 4 000 botellas de gel para manos y 1 500 litros de alcohol médico, con el objetivo de reducir el riesgo de transmisión de la COVID-19.
La donación se realizó a través de un proyecto regional para hacer frente a los retos de la COVID-19 en el marco de la respuesta a los migrantes y los refugiados en los Balcanes Occidentales (enlace externo), financiado con cargo al Instrumento en pro de la estabilidad y la paz de la UE.
En Montenegro, el proyecto contribuye a mitigar el riesgo de transmisión de la COVID-19 entre los refugiados, los solicitantes de asilo y los trabajadores de primera línea mediante la ampliación de los servicios sanitarios prestados en el sistema de asilo, junto con la mejora de la infraestructura sanitaria y la disponibilidad de artículos de higiene y equipos de protección.
Acceso a la educación hoy para un futuro más prometedor
Las necesidades derivadas de la COVID-19 pueden expresarse de diferentes maneras. El acceso a la educación se ha visto afectado por la aplicación de medidas de distanciamiento. El suministro de equipos digitales y el apoyo a la alfabetización digital han demostrado ser mucho más importantes que antes.
Duaa huyó de Siria en 2013, cuando solo tenía 5 años, y se instaló con su familia en un campamento en Líbano. Los refugiados sirios representan más del 20 % de la población libanesa, la ratio de refugiados en relación con la población más alta del mundo. Hasta el año pasado, Duaa nunca había recibido ningún tipo de educación formal o informal en Siria ni en Líbano. No sabía leer ni escribir.
El año pasado, Duaa empezó a participar en un proyecto financiado por la UE y desarrollado por una organización local para dotar de capacidades básicas de lectura, escritura y cálculo. Empezó a ver las sesiones a través del programa «Can’t Wait to Learn from Home» en un televisor en la tienda improvisada de la familia, y mediante un receptor entregado e instalado por nuestros técnicos. Pudo interactuar con su facilitador a través de vídeos compartidos en WhatsApp por el teléfono de su madre. En unos pocos meses, Duaa podía leer y escribir. Aprendió los números y finalmente pudo escribir palabras y formar frases completas.
En Sarajevo, el equipo móvil de la Fundación BHWI, en colaboración con el ACNUR, entregó ordenadores a familias de la población de refugiados reconocidos, personas bajo protección subsidiaria y solicitantes de asilo en la zona para garantizar el acceso de los niños a la educación en línea.
Las clases se transfirieron a plataformas en línea para evitar la propagación del virus. Esta acción planteaba un reto adicional para las comunidades más vulnerables, por lo que era necesario actuar para apoyar el acceso a las herramientas digitales.
Gracias al apoyo de la Unión Europea, el ACNUR también donó diez ordenadores a los espacios para la juventud de los centros de Sedra y Borici. Los espacios para la juventud están ahora equipados para la comunicación y el aprendizaje, especialmente para los niños que asisten a clases en línea debido a las medidas contra la pandemia de COVID-19 en vigor, pero también para otros residentes en centros que desean seguir desarrollando su educación a través de plataformas como Coursera.
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