#FieldVision | Faro en el desierto: las unidades móviles fronterizas en Níger
Con una superficie de 1 267 000 km², Níger es el segundo país en extensión de África Occidental y el sexto del continente. Su superficie equivale aproximadamente al doble de Francia. Como todos los países del Sahel, Níger afronta tres grandes amenazas a la seguridad: el terrorismo, la delincuencia organizada transnacional y la migración irregular. Para un país que limita con siete Estados a lo largo de 5 700 kilómetros y apenas cuenta con unos 55 000 efectivos de defensa y seguridad, crear un entorno seguro y protegido es un reto clave.
Desde 2012, la EUCAP Sahel Níger, misión civil de la UE en el marco de la política común de seguridad y defensa, viene ayudando a las autoridades nigerinas a mejorar la situación de seguridad ofreciendo formación específica, equipos y asesoramiento estratégico a las fuerzas de seguridad del país. Aunque al principio la misión se centraba en proyectos individuales para atender a las necesidades más urgentes, su labor ha cambiado y tiene ahora un carácter más holístico.
Un nuevo enfoque: el concepto de fuerzas móviles
Un enfoque holístico no consiste solo en agrupar todas las medidas: es desarrollar un concepto que responda a los nuevos retos con los medios adecuados. Así, en 2019 se añadió un nuevo proyecto al mandato de la EUCAP: la Unidad Móvil de Control de Fronteras, ahora proyecto emblemático de la misión de la UE. Forma parte del nuevo concepto de «fuerzas móviles», que permitirá a Níger responder de manera más eficaz y flexible a las amenazas a la seguridad.
«No podría ser más necesario garantizar una mayor seguridad en Níger», afirma Alexander Braker, miembro de la misión originario de los Países Bajos, que llegó a este país de África Occidental en 2019 como asesor en gestión de fronteras. «En la EUCAP Sahel Níger, mi trabajo consiste en coordinar el proyecto de la Unidad Móvil de Control de Fronteras y asesorar al Jefe de Operaciones. Los cuatro pilares del proyecto son impartir formación, suministrar equipos, construir cuarteles y generar un clima de confianza», dice Alexander. Junto con varios compañeros de Francia y Alemania, es responsable del proyecto de unidad móvil de control fronterizo.
Uno de los grandes logros alcanzados hasta ahora por esta unidad de la misión ha sido poner en marcha la segunda Unidad Móvil de Control de Fronteras, en mayo del año pasado, en la ciudad sureña de Birni N'Konni, en la frontera con Nigeria. Acaba de empezar a constituirse una tercera unidad, que se desplegará en la zona sensible que limita con Burkina Faso y Mali.
Móvil, potente y cercana a la gente
La CMCF (Compañía Móvil de Control de Fronteras) es una unidad móvil de la Policía Nacional nigerina compuesta por 250 hombres y mujeres. Dotados de equipos y formación especiales, se encargan de reforzar la seguridad fronteriza en los puntos sensibles del vasto territorio de Níger. Las dos primeras unidades móviles están permanentemente estacionadas en los puntos críticos de Maradi y Birni N'Konni.
La primera CMCF, estacionada en Maradi, se creó con fondos estadounidenses, mientras que la segunda unidad, creada en Birni N’Konni con el apoyo desde el principio de la EUCAP, es un proyecto dotado con 10 millones de euros y financiado por Alemania y los Países Bajos por un período de tres años. Gracias a su equipo y composición, las fuerzas móviles también pueden viajar por la región durante períodos más largos y, por tanto, resultan más visibles para la población nigerina, que durante mucho tiempo viene padeciendo la delincuencia organizada transnacional y los ataques de bandas armadas.
«En nuestro equipo de la CMCF, estamos periódicamente al habla con el comandante de la fuerza móvil. Su actitud positiva es algo que nos da esperanza, y se han logrado grandes avances en las actividades de la CMCF de Birni N’Konni para crear un clima de mayor confianza con la población local», explica Alexander. Justamente esta presencia es lo que, en última instancia, genera confianza entre las fuerzas de seguridad nigerinas y la población, por lo que la Unión Europea, a través de la EUCAP Sahel, mantiene un apoyo constante a este proyecto.
La clave es una buena planificación
Pero el trabajo real sobre el terreno es solo una cara de la moneda. Acaso sea más importante la gestión del proyecto. «La dirección de la policía nigerina y el jefe de operaciones de la EUCAP Sahel Níger se reúnen periódicamente para analizar todo lo relacionado con la Unidad Móvil de Control de Fronteras: logística, formación, recursos humanos, clima de confianza y transmisiones. Esto se apoya y se aplica técnicamente mediante reuniones entre la policía local y los expertos de la EUCAP», subraya Alexander.
Con su compañero francés, Alexander hace un seguimiento diario de la situación manteniendo contactos con expertos de la EUCAP, en distintos grupos de trabajo, y con socios locales e internacionales. «Los países donantes reciben un resumen anual de los planes y la financiación necesaria para llevarlos a cabo. También informamos periódicamente de la situación a los países donantes. Ahora tenemos una buena visión global de las necesidades que puede tener una unidad móvil compuesta por unos 250 miembros. Así, el plan, que desde el principio cuenta con el respaldo de la EUCAP Sahel Níger y se perfecciona continuamente, podrá ser de fácil aplicación para posibles futuras unidades móviles.»
Dar con el enfoque correcto
El apoyo de los Estados miembros de la UE es lo que hace posible el proyecto de la Unidad Móvil de Control de Fronteras. «Pero en materia de planificación no siempre es fácil encontrar terreno común con los socios locales», añade Alexander. «Veo claras diferencias de enfoque. Me parece que en Níger se vive más «aquí y ahora», mientras que nuestro enfoque es más a largo plazo. ¿Cuál es el plan para el próximo o para los próximos años? ¿Qué se necesita exactamente en cuanto a material, piezas de recambio o formación, qué volumen de combustible al año se necesita? Son todas preguntas que se plantean una y otra vez. También sigue siendo un reto garantizar el registro, almacenamiento adecuado y mantenimiento de los equipos».
La UE quiere planificar a largo plazo, para que las fuerzas nigerinas puedan mejorar la seguridad del país con esa perspectiva. «Cada día aprendo de este proyecto», añade Alexander. «Comprendo que no siempre pueda seguirse mi punto de vista europeo. En general, el concepto de equipos móviles bien formados y equipados, que funcionen cada vez mejor gracias a nuestro asesoramiento, supone una gran aportación a la seguridad en la región».
Éxitos en la lucha contra el bandidaje y la delincuencia tales como la liberación de personas secuestradas en la región fronteriza con Níger demuestran las enormes ventajas de las unidades móviles. De ahí que ahora Níger quiera dotar a cada una de las tres fuerzas de seguridad interior (policía, guardia nacional y gendarmería) de varias unidades especiales de este tipo. En el futuro, estas unidades no solo se desplazarán constantemente por su propia región, sino que además, en caso necesario, deberán poder llevar a cabo operaciones conjuntas en el resto del país.
Alexander está convencido de que desarrollar conceptos para después para ponerlos en práctica con los socios nigerinos es algo que acaba transformando los puntos de vista de cada uno. «Trabajar sobre este concepto me resulta muy grato. Juntos sabemos que vamos por buen camino y tratamos de aprender unos de otros, aun cuando eso nos obligue a cambiar de mentalidad».
Alexander Braker (60 años de edad) ha trabajado en la Gendarmería Nacional de los Países Bajos. En la actualidad, el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos lo ha enviado en comisión de servicios a la EUCAP Sahel Níger.