«La Brújula Estratégica no es una varita mágica, sino una guía de actuación para convertir a la UE en un garante de la seguridad».

El lunes fue un momento importante de mi mandato, pues presenté la Brújula Estratégica a los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de la UE. Les invito a que lean mi prefacio a la Brújula Estratégica, donde intento explicar el qué, el porqué, el cómo y el por qué ahora: ENLACE AL PDF.

Llevamos meses trabajando en la Brújula Estratégica, recopilando datos y ultimando el texto. Estoy satisfecho de que las primeras reacciones de los Estados miembros hayan sido positivas. Muchos de los ministros nos felicitaron por hacer hincapié en la gravedad del deterioro del entorno estratégico europeo: las amenazas vienen de todas partes, se están intensificando, están cada vez más conectadas, y la capacidad de los Estados miembros de hacerles frente individualmente es cada vez menor. Los ministros coincidieron en la gravedad y la urgencia de la situación y en que no podemos permitirnos seguir como si nada.

«Debemos evitar que esto sea otro documento más de la UE, con escasa adhesión y pocas consecuencias».

También tuvieron buena acogida las medidas concretas que se proponen en la Brújula Estratégica para responder a los desafíos a los que nos enfrentamos. Abarcan todos los ámbitos de actuación y fijan plazos claros para medir los avances. Por mi parte, he insistido en que debemos evitar que esto sea otro documento más de la UE, con escasa adhesión y pocas consecuencias.

A partir de aquí son los Estados miembros los que deben dar los próximos pasos: ellos poseen las competencias y los medios. Seguiremos trabajando juntos en el texto para adoptarlo en marzo de 2022, durante la Presidencia francesa de la UE. En los próximos meses, seguiré trabajando en favor de un planteamiento ambicioso y orientado a los resultados. El coste de la pasividad y de la inacción es elevado y por eso estoy convencido de que ha llegado el momento de tomar medidas decisivas.

La Brújula Estratégica no es una varita mágica, sino una guía de actuación que marca un rumbo. Al final, solo las decisiones de los Estados miembros determinarán si los cambios geopolíticos no son sino otra señal de alerta que se desoye, o si estamos abriendo un nuevo capítulo en la seguridad y la defensa europeas en el que por fin decidimos asumir nuestras responsabilidades en materia de seguridad.

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