El cambio climático y la degradación medioambiental son enormes multiplicadores del riesgo que alimentará la inestabilidad y los conflictos en todo el mundo
En marzo, la misión EUCAP Somalia contrató a una asesora en materia de medio ambiente, Maria Cosnier, procedente de Suecia. Maria Cosnier tiene un máster en Ecología de Sistemas y Gestión de Recursos Naturales y un grado en Periodismo, ambos por la Universidad de Estocolmo. Es socia de una consultoría de Estocolmo dedicada a la sostenibilidad, donde trabaja con empresas, organizaciones y autoridades para reforzar la labor medioambiental de estas y su comportamiento en lo que respecta al respeto de los derechos humanos y a la responsabilidad social en la cadena de suministro. También trabajó como periodista de investigación durante muchos años para una ONG sueca, en la que realizó amplios estudios sobre las empresas suecas que tenían relaciones comerciales o vínculos con Estados o empresas de países en desarrollo. Su trabajo se centró principalmente en el impacto ambiental negativo sobre el terreno de las actividades de las empresas suecas, y también en los derechos humanos y las condiciones de trabajo.
Pregunta: ¿Por qué decidió trabajar para la misión EUCAP Somalia como asesora en materia de medio ambiente?
«Siempre me han interesado el trabajo internacional y, sobre todo, los vínculos entre las sociedades humanas y la degradación medioambiental y el cambio climático. Durante los últimos diez años, he visto que en muchos sectores de la sociedad esos vínculos se entienden cada vez mejor y despiertan cada vez más interés. Es probable que esta evolución sea el resultado de una mayor atención al cambio climático y al modo en que estos procesos afectan ya a nuestras vidas, nuestra economía y nuestro bienestar. También se está prestando más atención a los vínculos entre la seguridad, o los conflictos, y la degradación climática y medioambiental. El cambio climático, la degradación medioambiental y la competencia por recursos escasos, como el agua dulce y las tierras cultivables, pueden, en última instancia, actuar como un multiplicador de riesgos capaz de acelerar, ahondar o impulsar la inestabilidad y los conflictos a diversos niveles».
P: El puesto de asesor en materia de medio ambiente es nuevo en las misiones de la PCSD. Solo tres misiones cuentan con este puesto: EUCAP Somalia, EUCAP Sahel Mali y la Misión asesora PCSD de la Unión Europea en la República Centroafricana (EUAM RCA). ¿Cómo se ve en este nuevo puesto y qué cree que puede aportar a la misión?
«Empezar en un puesto completamente nuevo es un reto y una oportunidad a la vez. Existen directrices sobre los aspectos en que debe centrarse un asesor medioambiental, pero también tengo margen para determinar, junto con mis colegas de la misión, a qué ámbitos prestar especial atención. Nos ocuparemos tanto de la vertiente interna —con una evaluación de la huella ambiental de la misión y un plan para reducirla, así como formaciones y campañas de sensibilización para los miembros de la misión— y de la vertiente más externa, que implicará mi participación en las actividades de las operaciones cuando sea pertinente».
P: El objetivo general es integrar el medio ambiente en las actividades de la misión y reducir el impacto ambiental negativo de la misión, dentro del ámbito del mandato. ¿Cómo cree que puede contribuir a la consecución de este objetivo?
«Espero poder contribuir de forma práctica en ámbitos relacionados con la adaptación al cambio climático, la gestión de residuos y ojalá también con la energía renovable y la energía solar. Si consigo simplemente contribuir a plantar una semilla, me iré satisfecha cuando acabe mi mandato».
P: Aparte de eso, ¿cómo cree que puede contribuir a suscitar el interés de los demás miembros de la misión por los diferentes aspectos medioambientales y aumentar su conocimiento de dichos aspectos?
«En mi opinión, hay muchas ideas sobre lo que significa realmente la preocupación por el medio ambiente. No se trata de conservar la naturaleza como un fin en sí mismo, ni de proteger a una mariposa bonita o una manada de leones. Se trata de hacer posible que las personas, ya desde la generación de nuestros hijos, puedan vivir una vida digna en este planeta. Dependemos totalmente de la salud de los ecosistemas para que nos sustenten con alimentos, agua potable, energía, materiales de construcción y medicamentos, por no hablar de valores más intrínsecos, como la posibilidad de contemplar durante horas la belleza de las olas del mar».
P: ¿Cómo cree que podría iniciar un proceso para reducir realmente la huella de la misión?
«Soy plenamente consciente de que se trata de un entorno en el que es extremadamente difícil trabajar o introducir cualquier tipo de cambio. Desde mi punto de vista, lo que necesitamos probablemente es encontrar algún tipo de sistema de gestión de residuos para las tres oficinas territoriales, al menos para los residuos electrónicos y los vertidos de hidrocarburos para empezar, y después para el plástico. También convendría instalar paneles solares y utilizarlos como fuente de energía en lugar de usar generadores diésel. Por supuesto, se podría hacer más, pero tenemos que avanzar paso a paso.
También hay cosas que cualquiera de nosotros puede hacer para reducir su propia huella ambiental, y las iniciativas que hay que tomar a tal efecto dependen en gran medida del tipo de vida que lleva cada uno. Aquí, en Somalia, con el mar como vecino cercano, es fácil ver la magnitud del problema de los residuos de plástico. Por eso, algo que todos podemos hacer para dar un pequeño primer paso, es ser más conscientes de la cantidad de plástico que utilizamos y tratar de reducirla. Quizá podemos prescindir de la tapa del vaso de café para llevar, o evitar los cubiertos y vasos desechables de plástico. El problema no se resuelve así, pero es un primer paso, y cada uno de ellos es importante».
Le deseamos buena suerte en su nuevo puesto, y esperamos que pueda contribuir positivamente a la protección del medio ambiente.
El cambio climático y las cuestiones medioambientales ocupan el primer lugar entre las principales amenazas mundiales
El cambio climático y otros tipos de degradación medioambiental se están convirtiendo en amenazas existenciales para la humanidad, con claras implicaciones para el sector de la seguridad. Es probable que los ecosistemas degradados y la escasez de recursos naturales afecten a la seguridad alimentaria y a las posibilidades de subsistencia, aumenten la competencia y los conflictos, y generen en todo el mundo un riesgo de desestabilización de la paz y la seguridad. Las catástrofes naturales y las condiciones meteorológicas extremas pueden impedir que las fuerzas de seguridad mantengan la seguridad en las zonas afectadas. Las personas que se encuentran en entornos vulnerables y frágiles, donde la gestión de los asuntos públicos es débil o inexistente, son las que más sufrirán.
La UE reconoce desde hace tiempo los vínculos complejos y no lineales entre la degradación medioambiental y la seguridad. En sus Conclusiones de junio de 2020 sobre seguridad y defensa, el Consejo invitó al alto representante a que propusiera una serie de medidas para abordar la interrelación entre la defensa y el cambio climático. En la subsiguiente Hoja de Ruta sobre Cambio Climático y Defensa se determinó un conjunto de medidas necesarias para la integración de las consideraciones medioambientales y climáticas en las misiones y operaciones de la PCSD. Se propuso, entre otras cosas, la creación de un puesto de asesor en materia de medio ambiente en todas las misiones y operaciones. Más recientemente, en el contexto de la Brújula Estratégica, se pidió que todas las misiones contaran con un asesor en materia de medio ambiente de aquí a 2025.
Hasta la fecha, se han enviado asesores en materia de medio ambiente a las misiones civiles de la PCSD en la República Centroafricana, Mali y Somalia. En agosto de 2022, un cuarto asesor en materia de medio ambiente viajará a Níger como experto en visita de corta duración. Los asesores proporcionan orientación sobre operaciones y actividades tanto internas como externas. Este cometido de orientación incluye informar sobre la huella ambiental, los aspectos medioambientales relacionados con el deber de diligencia y la integración de consideraciones y cuestiones medioambientales en las actividades externas de la misión.