De la visión a la acción: la Estrategia Global de la UE en la práctica después de tres años y con miras al futuro
Prólogo de la Alta Representante, Federica Mogherini, al informe sobre la aplicación de la Estrategia Global de la UE:
«Nunca pensamos que la Estrategia Global era una teoría, sino que siempre se concibió para orientar nuestra acción, y esto es lo que ha sucedido desde su presentación. Hace tres años, describimos el mundo como complejo y conflictivo porque vimos la necesidad de reforzar y hacer más segura Europa, sentimos que teníamos una responsabilidad para con los ciudadanos europeos y nuestros socios, y nos percatamos de que solo estábamos utilizando una pequeña parte de nuestro potencial colectivo.
Actualmente, el mundo no está en mejor estado que hace tres años, pero Europa es percibida cada vez más como una referencia mundial. Esto también se debe a que hemos analizado el potencial inexplotado de nuestra Unión, en primer lugar, en materia de seguridad y defensa. Este informe muestra el camino recorrido en estos años, que hemos cumplido muchas de las promesas de la Estrategia Global y que, en algunos casos, hemos conseguido algo más de lo que habíamos esperado. La Unión Europea de Seguridad y Defensa ha dado los primeros pasos. Los Estados miembros están invirtiendo ahora en proyectos industriales y de investigación comunes para desarrollar todo el espectro de capacidades de defensa que necesitamos para nuestra seguridad común. Nuestras misiones internacionales cuentan con mejores estructuras de mando y nos hemos comprometido a invertir más en nuestra acción civil. Estamos cooperando más que nunca con nuestros socios, desde las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU hasta la OTAN, desde las operaciones de paz en África hasta la ASEAN. Nuestros socios saben que la fortaleza de Europa no es solo nuestro poder simbólico.
Pero esta no es la única razón por la que somos cada vez más un punto de referencia mundial. En unos tiempos en los que las Naciones Unidas y la propia idea de una gobernanza mundial basada en normas están sometidas a una creciente presión, hemos apostado por el multilateralismo como nunca lo habíamos hecho hasta ahora. Y lo hemos demostrado intensificando nuestros compromisos financieros con el sistema de la ONU, por ejemplo, salvando a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos de su crisis financiera, apoyando el programa de reformas del secretario general de las Naciones Unidas y trabajando para preservar el acuerdo nuclear con Irán. Pero no nos hemos limitado a esto. Siempre hemos intentado construir el marco multilateral adecuado para resolver cada una de nuestras crisis: porque es la única manera de encontrar soluciones sostenibles a los problemas de nuestra época. Siempre hemos puesto nuestro poder de convocatoria al servicio del multilateralismo, intentando sentar a las potencias regionales y mundiales implicadas en la mesa de negociación. Esta es la idea que subyace a las Conferencias de Bruselas sobre Siria, al Grupo de contacto internacional sobre Venezuela, al Cuarteto para Libia y a las reuniones regionales que organizamos para Afganistán. Tenemos la responsabilidad de hacer nuestra aportación, de forma cooperativa.
Actuamos así en nuestro propio entorno, empezando por los Balcanes, donde el potencial positivo de nuestro compromiso es inmenso y sin precedentes. Pero también en el resto del mundo. La Unión Europea se ha convertido en un socio más indispensable para la consecución de la paz y la seguridad en todo el mundo.
La Estrategia Global estableció una visión sobre el lugar de Europa en el mundo, pero también fomentó una mayor coherencia en la acción exterior de la Unión. Defendíamos la necesidad de estar más «integrados», no solo como forma de avanzar hacia una Unión cada vez más estrecha, sino, principalmente, para que nuestra acción fuese más eficaz e incisiva. En estos años, hemos avanzado en la sincronización de nuestras políticas de desarrollo y seguridad. El nexo entre acontecimientos internos y externos se ha impuesto, y nuestras políticas han evolucionado en consecuencia. Hemos desarrollado instrumentos financieros más inteligentes, como los fondos fiduciarios, y los Estados miembros colaboran en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de un modo que parecía imposible hace tan solo tres años.
La Estrategia Global ha sido nuestra brújula en estos tiempos difíciles. La Estrategia fue el resultado de dos años de reflexión colectiva en las instituciones de la UE y los Estados miembros, pero también con la sociedad civil y el mundo académico. A lo largo de este proceso, surgió un nuevo consenso sobre las necesidades de la Unión, sobre lo que faltaba y sobre el rumbo que debíamos tomar.
Los avances solo han sido posibles gracias a una firme voluntad política colectiva de progresar. Pero todo lo que hemos logrado podría ser efímero si esta política se desvaneciese en el futuro. Es preciso consolidar los resultados y seguir explorando nuevas vías. El informe destaca los logros y las deficiencias, y sugiere opciones para posibles acciones futuras.
Con la Estrategia Global, hemos optado por el camino hacia una Europa más fuerte. Esta elección deberá confirmarse cada día, en cada etapa del procedimiento».
- Federica Mogherini
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