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Cuba: Declaraciones del Alto representante/vicepresidente Josep Borrell ante la prensa después del Consejo Conjunto UE-Cuba

26.05.2023
La Habana
EEAS Press Team

¡Solo es auténtico el texto pronunciado!    

Querida viceministra, 

Esta mañana he copresidido, con el viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior [e Inversiones de Cuba], señor [Ricardo] Cabrisas, y con usted, viceministra [de Relaciones Exteriores de Cuba] Anayansi Rodríguez [Camejo], el tercer Consejo Conjunto entre Cuba y la Unión Europea.  

Permítanme recordar que primero lo celebró la señora [Federica] Mogherini, mi antecesora en este cargo. 

Me alegra mucho que esta vez hayamos podido celebrarlo en persona, puesto que nuestro último Consejo [Conjunto] en enero de 2021 lo tuvimos que celebrar a través de videoconferencia debido a las restricciones que nos imponía entonces la pandemia del COVID-19.  

Esta es una reunión en la que he estado acompañado por los embajadores de los 17 Estados miembros [de la Unión Europea] que tienen una representación permanente en La Habana, quienes han asistido al Consejo Conjunto en calidad de observadores. Quiero agradecerles su presencia y también la labor que hacen las embajadas de nuestros Estados miembros creando lazos con la ciudadanía cubana y promoviendo los valores y los principios europeos en la isla.  

Señora viceministra, señoras y señores embajadores, todos sabemos que este Consejo Conjunto es el foro ministerial que dirige la aplicación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación - fíjense bien en los objetivos: dialogar políticamente y cooperar entre Cuba y la Unión Europa -, que ya tiene años puesto que fue firmado en el 2016 y se encuentra en aplicación provisional desde 2017.  

Durante este tiempo, hemos avanzado, hemos discrepado, hemos discutido, pero hemos mantenido el diálogo y la cooperación. 

Y hoy, hemos hecho balance de estas relaciones bilaterales. Hemos debatido cómo podemos seguir aplicando y mejorando ese diálogo político y la cooperación sectorial en materias tan importantes como el desarme [y] la no-proliferación, los derechos humanos, el desarrollo sostenible y las medidas unilaterales de carácter coercitivo que aplica la Unión Europea y [otras] que también sufre Cuba. 

Hemos repasado nuestra cooperación en áreas de tanta importancia para la vida cuotidiana de los cubanos como la energía, la agricultura y la creación de empresas - empresas [micro,] pequeñas y medianas, las ya famosas MIPYMES – cuyo desarrollo será uno de los elementos más dinamizadores de la economía cubana, y la cooperación que llevamos a cabo [principalmente] a través de las agencias de las Naciones Unidas [y de cooperación de los Estados Miembros].  

Hemos explorado las nuevas oportunidades para extender esta cooperación a otros ámbitos como la resiliencia ante catástrofes naturales, las energías renovables, y la producción de insumos biotecnológicos para la lucha contra futuras pandemias.  

Hemos abordado la situación geopolítica actual, tanto en su dimensión regional como global. En ello, obviamente, hemos incluido el análisis de la invasión ilegal de Rusia a Ucrania, esa invasión que contradice los principios fundamentales de las Naciones Unidas. Y he reiterado el compromiso de la Unión europea con el multilateralismo y con las Naciones Unidas como escenario para la resolución pacífica de conflictos y para reaccionar frente a las violaciones del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. 

Con la celebración de este tercer Consejo Conjunto, abrimos un nuevo ciclo de diálogos. Me complace anunciar que una parte importante de este nuevo ciclo de diálogos será la visita del Representante Especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos, el señor Eamon Gilmore, Representante Especial nuestro para la problemática de los derechos humanos en todo el mundo. Y espero que se pueda celebrar a finales de noviembre ese importantísimo diálogo en esta materia entre la Unión europea y Cuba. 

Ustedes saben que esta es mi primera visita a Cuba como alto representante de la Unión Europea [para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad], pero no mi primera visita a Cuba. En realidad, he tenido la ocasión de visitar Cuba muchas veces, la última acompañando a su Majestad el Rey de España siendo yo ministro de [Asuntos] Exteriores de mi país.  

Ahora no como español, sino como europeo, tendré la ocasión de reunirme con autoridades del gobierno cubano incluyendo al presidente [Miguel] Díaz-Canel, el primer ministro [Manuel] Marrero [Cruz], el viceprimer ministro [Ricardo] Cabrisas, y quiero agradecerles a todos ellos, y en particular al presidente de la República, la deferencia que me hace al recibirme y tener ocasión de conversar con él sobre nuestras relaciones. 

También he aprovechado la corta visita para tener encuentros con la comunidad de empresarios de los Estados miembros de la Unión Europea que están aquí trabajando en Cuba. Hay 700 empresas europeas instaladas en Cuba. Aportan mucho valor a la economía cubana. 

También me he encontrado con representantes de la comunidad de las pequeñas y medianas empresas cubanas que están creciendo a un ritmo muy rápido desde que se autorizó su creación y que, según mis datos, representan ya más de 8.000 empresas, que son una parte muy importante del empleo en este país. Quiero reiterar que el objetivo de la Unión Europea es ayudar a desarrollar sus capacidades para que se conviertan en actores clave del desarrollo económico y social de Cuba, como lo son en la Unión Europea, donde el 90% de las empresas son pequeñas y medianas.  

También ha tenido la oportunidad de reunirme con representantes de la sociedad civil y de la vida cultural cubana - algo siempre muy gratificante e interesante. 

Hablando con nuestros empresarios, hemos podido constatar la importancia que tiene Europa para Cuba desde el punto de vista comercial, de inversión y de cooperación.  

Somos el primer socio comercial de Cuba. Somos el primer inversor en Cuba. Cuando digo "somos", quiero decir que nuestras empresas - que son las que invierten, compran y venden - son los primeros actores económicos en Cuba y para Cuba.  

Y nuestro programa de cooperación supera para los años 2021-2024 los 90 millones de euros que se invertirán en proyectos en áreas de agricultura sostenible, transición energética y ecológica, modernización económica y apoyo a este incipiente sector privado que espero se desarrolle al mismo ritmo que el país crezca y su economía se diversifique.  

También somos un socio importante en materia de ayuda humanitaria.  

Sobre todo, creo que la Unión Europea ofrece un modelo socioeconómico o sociopolítico basado en la búsqueda de una sociedad equitativa [y] en la sostenibilidad económica y social que pone a los ciudadanos en el centro del proceso de toma de decisiones y que prioriza sus derechos individuales y colectivos.  

Y eso, lo que es Europa, es lo que ofrecemos acompañando a Cuba en su proceso de reformas económicas y sociales, desde una relación de respeto mutuo que no tiene otro objetivo que el de contribuir a mejorar la vida de los ciudadanos cubanos.  

Para eso, señora viceministra, el Acuerdo entre la Unión Europea y Cuba es clave. Es clave porque sus objetivos son precisamente fortalecer nuestras relaciones en las áreas del diálogo político, de la cooperación y del comercio, acompañar el proceso de modernización de la economía e incrementar el diálogo en todos los foros internacionales - en particular en aquellos en los que Cuba juega un papel geopolítico tan importante. 

Esto es lo que es este Acuerdo de Diálogo y de Cooperación. Es la expresión de nuestra política hacia Cuba, basada en un diálogo crítico pero constructivo. Y es en el marco de ese Acuerdo donde tenemos la ocasión de encontrar espacios para intercambiar de forma abierta y franca en asuntos en los que tenemos posturas y a veces intereses similares, como el desarrollo sostenible, la cohesión social, la lucha contra el cambio climático o las desigualdades.  

Pero también es el marco para que desde una relación de confianza podamos también hablar de cosas en las que no estamos de acuerdo. Aquellos temas en los que tenemos diferencias. No podemos pasar por alto que tenemos diferencias que son muy reales porque discrepamos o diferimos sobre cómo organizamos nuestros gobiernos, sobre cuáles son nuestros modelos económicos y sobre cómo organizar las relaciones sociales. Tenemos modelos políticos diferentes y eso, inevitablemente, nos lleva también a tener diferencias en lo que respecta a los conceptos de los derechos humanos - su concepción teórica, su aplicación práctica - y en las libertades fundamentales. Es una realidad, pero la Unión Europea no tiene ni la capacidad ni la voluntad de imponer cambios en Cuba. Pero sí queremos tener un marco de diálogo que nos permita hablar sobre todo [de] lo que nos une y [de] lo que nos diferencia sin tabúes ni prohibiciones.  

Y en este sentido, hemos discutido y quiero yo aprovechar esta ocasión para remarcar que los derechos de las personas, los derechos humanos, lo que llamamos libertades políticas - que incluyen los derechos a las manifestaciones pacíficas, la elección de los gobiernos de forma libre y democrática - [están] en el corazón de los valores sobre los cuales se ha construido la Unión Europea y a eso le damos una dimensión prioritaria en nuestras relaciones internacionales. Sobre eso hemos hablado y sobre eso hemos expresado nuestra voluntad de seguir discutiendo, aprovechando la base jurídica que nos da este Acuerdo para - entre otras cosas - analizar la situación creada antes, durante y después de las manifestaciones y detenciones del pasado mes de julio del 2021.  

De eso también hablará Eamon Gilmore cuando venga a Cuba para mantener un diálogo de derechos humanos en noviembre.

Y también espero hablarlo con el ministro de Justicia [Oscar Manuel Silvera Martínez] cuando me reúna con él.  

Hemos hablado también de la guerra rusa de agresión contra Ucrania, que es una amenaza existencial para nosotros [la Unión Europea] y una amenaza para la estabilidad y la seguridad global.  

Creo que es importante explicar a Cuba nuestra posición, porque Cuba tiene la presidencia del G77 y con esto, juega un papel y tiene una responsabilidad especial en el ámbito multilateral, empezando por las Naciones Unidas.  

Mi mensaje ha sido muy claro: cualquiera que sea la forma en la que se analice esta guerra, está claro que hay un agresor y un agredido. Que Ucrania es una víctima y Rusia es el agresor que bombardea sistemáticamente a objetivos civiles, destruye infraestructuras, saquea propiedades, los bienes y el territorio.  

Hoy hace 457 días que Rusia empezó esta guerra, un acto de agresión inaceptable que va en contra de la Carta de las Naciones Unidas. Y tal y como he trasladado el viceprimer ministro Cabrisas, esperamos contar con Cuba en su calidad de defensora del sistema multilateral y de los principios básicos del derecho internacional para promover el respeto a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania en la protección de sus civiles.  

Nos preocupa especialmente que Rusia esté desplegando armas tácticas nucleares en el territorio de Bielorrusia. Esto es una escalada adicional gravísima que pone en peligro a todo el continente europeo.  

Quiero señalar que muchos actores internacionales dicen que quieren la paz. ¿Y saben quién quiere más la paz que nadie? Los ucranianos. Ellos quieren la paz, la necesitan. Pero paz no significa rendición. No queremos que Ucrania se convierta en la segunda Bielorrusia, un nuevo satélite de Rusia que está intentando recrear esferas de influencia colonial como un imperio del siglo XIX. 

Estos días he tenido ocasión de releer el discurso que pronunció aquí en La Habana el [ex] presidente de los Estados Unidos, el señor [Barack] Obama. [Barack] Obama, hace ya unos cuantos años, en el teatro de La Habana, dio un importantísimo discurso donde señaló que las diferencias entre Estados Unidos y Cuba habían sido reales e importantes. Pero también reconoció cuánto comparten los pueblos de Estados Unidos y Cuba, como dos hermanos que se han distanciado durante años, pero comparten los mismos orígenes históricos y a veces la misma sangre. Y quiero recordar las palabras del [ex] presidente Obama.  

Me voy a referir después a ellas de forma muy clara, porque hoy soy muy consciente de la difícil situación económica que atraviesa Cuba y, con respecto a ello, la posición de la Unión Europea permanece siendo la misma. La Unión Europea y sus Estados miembros han seguido rechazando por unanimidad el embargo en la última votación en las Naciones Unidas del pasado 3 de noviembre [de 2022], porque consideramos - como hizo [Barack] Obama - que dificulta las condiciones de vida de los cubanos y socava el necesario proceso de reforma y modernización.  

En palabras concretas del [ex] presidente Obama: "el embargo hace daño al pueblo cubano y no ayuda a producir los cambios políticos que se pretenden". Lo dijo [Barack] Obama y yo lo pienso también. Como también pienso que la designación de Cuba como un estado terrorista por el [ex] presidente [Donald] Trump está causando graves e injustos problemas al desarrollo de las actividades económicas en la isla. Me lo dicen nuestras empresas aquí presentes, que me explicaron las enormes dificultades que les plantea esa calificación para seguir invirtiendo y trabajando en Cuba, incluso más allá de las condiciones legales impuestas por el bloqueo.  

Finalmente, mi visita a Cuba también se enmarca en los esfuerzos compartidos para reforzar las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe y preparar una exitosa Cumbre entre la UE y CELAC los días 17 y 18 de julio en Bruselas entre europeos y latinoamericanos y caribeños. Ese debe ser un momento de reencuentro para relanzar el diálogo y la cooperación, que son los objetivos de [Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación].

Creo que tenemos todos mucho que ganar si somos capaces de construir juntos una nueva agenda de cooperación para hacer frente a los desafíos globales y a los problemas comunes. Creo que eso justifica mi viaje a La Habana, que no es sólo una obligación institucional que se deriva de los acuerdos que hemos firmado, sino que también expresa una voluntad política para ayudar y para compartir. Porque son tantos los lazos que nos unen que sería imposible ignorarlos y, en cambio, es muy necesario utilizarlos como palanca para avanzar en un progreso compartido.  

Le agradezco, señora viceministra, la oportunidad que he tenido de dialogar con ustedes y las que tendré a continuación.  

Muchas gracias. 

 

Enlace al vídeo: https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-241816

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