Cuba: Declaraciones del alto representante/ vicepresidente Josep Borrell en una reunión con miembros del sector privado cubano
¡Solo es auténtico el texto pronunciado!
Muy buenos días a todos y a todas.
Saludo a la viceministra que no nos ha podido acompañar esta mañana, pero le agradezco su intención de hacerlo.
Estimados embajadores de la Unión Europea, estimados empresarios y empresarias de las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) cubanas.
Esta es la primera vez que vengo a Cuba como alto representante de la Unión Europea para celebrar el tercer Consejo [Conjunto] para celebrar el [Acuerdo de] Diálogo político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba.
Pero he venido antes, otras muchas veces a Cuba. La primera vez fue en el año 1987. La última fue acompañando al Rey de España como ministro que era entonces de mi país, y es un gran placer poder estar aquí con los representantes de ese nuevo actor social y económico que emerge en Cuba, que son sus empresarios.
Los empresarios, la gente que crea empresas. Por definición cuando se crean son pequeñas, medianas. Luego crecen, como la semilla que acaba creando un árbol.
Y quiero saludarles a ustedes, a los hombres y a las mujeres de Cuba, que tienen el valor y la capacidad de emprender. Permítanme que comparta con ustedes tres mensajes sobre tres cuestiones que creo que son las tres importantes.
Primero, el papel de la pequeña y mediana empresa en una economía moderna. Tomaré como punto de referencia el papel que juegan en Europa los empresarios, que como digo, cuando se crean, todos empiezan creando cosas que son pequeñas y medianas y luego crecen.
Segundo, para hablarles de la necesidad y la relevancia del proceso de apertura y modernización de la economía cubana.
Tercero, de la importancia que tiene este acuerdo entre Europa y Cuba y la importancia que tiene nuestra relación de cooperación en un marco de asociación al que hemos de sacarle más resultados.
Primero, sobre ustedes, sobre los empresarios y empresarias. Miren, puede que haya pequeñas [empresas] pero lo que no hay es empresarios o empresarias pequeños. Porque el empresario o la empresaria es una persona por definición grande, capaz de hacer algo muy difícil, que es combinar el capital y el trabajo. Asumir el reto de pagar a sus empleados cada fin de mes, los impuestos, los proveedores y encontrar clientes, buscar nuevas tecnologías y hacer frente a circunstancias imprevistas.
El empresario es esa persona que combina la libertad de emprender con la capacidad de buscar trabajo, recursos financieros y técnicas y de acceder a los mercados para crear empleo, para crear valor y para contribuir al desarrollo de su sociedad. Y quiero decirles que para mí ustedes son la expresión de ese tejido económico y social que es, a fin de cuentas, la esencia de Europa.
Europa no sería lo que es si no fuera por - luego les daré algunas cifras - la enorme importancia que tienen las pequeñas empresas, que son el resultado de la iniciativa libre y capaz de millones de personas.
Aquí en Cuba, son ya 8.000 las empresas pequeñas y medianas que se han creado - en muy poco tiempo - desde el año 2021. Eso quiere decir que se han creado 15 [empresas pequeñas y medianas] cada día y que irán creado medio millón de puestos de trabajo y que son un actor cada vez más importante en esta economía.
Son ustedes la levadura que va a hacer que la masa crezca y que cambie la estructura económica de su país. Porque la gente de Cuba tiene un talento formidable y las oportunidades para el desarrollo empresarial son enormes.
Cuba podría ser - y estoy seguro de que acabará siendo-, permítanme la comparación: la “Mallorca del Caribe”. Un lugar donde la iniciativa privada ha conseguido transformar la realidad socioeconómica y aumentar su nivel de vida enormemente.
Ustedes, las pequeñas y medianas empresas, como les digo, están en el corazón de lo que es Europa. El 99% de las empresas en Europa son pequeñas o medianas - tenemos 23 millones [de ellas]. La mayor parte de ellas tienen menos de diez empleados, pero entre todas dan trabajo a 120 millones de europeos.
Y además son una manifestación de un modelo de sociedad. Un modelo de sociedad basado en la libertad de emprender, de tener ideas y llevarlas a la práctica. Convertir ideas en proyectos y con ello contribuir al bienestar social y al crecimiento económico.
Y ya sé que producir bienes para clientes que los compran - si los pueden pagar - no es lo único que necesita una sociedad, porque hay cosas que la gente debería poder tener, aunque no las pueda pagar, que es la gran diferencia que hay entre las mercancías que se compran y los derechos que se tienen.
Los derechos ni se compran ni se venden, como el verdadero amor. Los derechos se tienen porque se es ciudadano y aunque usted no lo pueda pagar, debería tener derecho a una educación y una sanidad, como en la mayor parte de los países europeos, donde combinamos la acción pública y la iniciativa privada.
A veces en Europa ha habido quien ha dicho “la sociedad no existe, solo existen los individuos” - y se equivocaba. También es un error decir “los individuos no existen, solo existe la sociedad”. No, la sociedad está formada por individuos y solo los individuos libres, capaces de desarrollar su vida, hacen que la sociedad sea un cuerpo vivo, capaz de adaptarse a las transformaciones e innovar y construir derechos e igualdades. Y eso es más importante que nunca ahora, cuando estamos asistiendo a la revolución digital.
Aquí en América Latina, por ejemplo, ahora solo uno de cada tres latinoamericanos o caribeños tienen acceso a internet. Solo uno de cada tres. ¿Se dan cuenta del enorme agujero que se está creando para el futuro? Esta es una gigantesca fuerza creadora de desigualdad.
Hace falta buscar el equilibrio entre libertades fundamentales, iniciativa privada, equidad fiscal, acción del Estado y acción de los agentes económicos individuales.
Y estamos aquí - estoy aquí - para ofrecerles nuestra cooperación. Con este pequeño proyecto - son €14 millones, sin duda no suficientes -, pero con los cuales podremos ayudar a los empresarios a que sean mejores empresarios, a que conozcan mejor las técnicas que se necesitan para concebir una empresa y para ponerla en marcha, para que sus iniciativas tengan éxito.
Queremos colaborar con las instituciones en Cuba para que haya un mejor marco regulatorio que permita incentivar la innovación, que permita hacer más fácil crear y registrar una empresa. Los trámites administrativos y fiscales, el acceso a la financiación, las alianzas con otras empresas en la Unión Europea para aprovechar su talento. El talento y la creatividad de quiénes son capaces, como les digo, de asociar capital y trabajo para conseguir aumentar el valor de una sociedad.
Y eso lo queremos hacer desarrollando nuestro acuerdo [de Diálogo Político y Cooperación]. El [Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación] que tenemos entre la Unión Europea y Cuba es del 2016.
En el 2018,tuvo lugar el primer encuentro del Consejo [Conjunto en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación]. Esta vez será el tercero que hacemos. Y déjenme que les dé unas cuantas cifras para que vean lo importante que es esta asociación, porque la Unión Europea es el primer inversor en Cuba. ¿Quién invierte más en Cuba? La Unión Europea. Y eso a pesar de todas las limitaciones de las medidas restrictivas del bloqueo, que no hace las cosas precisamente fáciles.
A pesar de eso, Europa es el primer inversor en esta isla. Somos el primer socio comercial, representamos una tercera parte de su comercio exterior. Podemos mirarlo desde el lado de las importaciones o de las exportaciones, pero está claro que somos mucho más importantes que otros actores, como Rusia o como China. Somos un tercio, el 32%, frente al 8% de China o el 8% de Rusia.
Y por eso somos objetivamente importantes, porque también somos el principal actor de ayuda al desarrollo a Cuba con casi €100 millones durante estos años. Y además somos el segundo emisor de turistas después de Canadá, si no me equivoco.
Estas cifras no son casualidad. Reflejan vínculos históricos y no sólo conmigo - que como español ya saben ustedes que son muy grandes. Es toda Europa la que tiene una voluntad de permanencia y de apoyo.
Tengan la seguridad de que este encuentro va a servir para eso. Va a servir para hacer nuestra relación más fructífera en un momento, además, en el que el mundo se enfrenta otra vez al fantasma de una guerra. Y viniendo aquí, estaba leyendo el discurso que dio el [ex] presidente [de los Estados Unidos, Barack] Obama aquí en el Gran Teatro de La Habana, cuando decía: “he venido a Cuba para enterrar el último capítulo de la Guerra Fría.”
Desgraciadamente ahora estamos en los albores de otra confrontación mundial y no queremos otra Guerra Fría, pero sí queremos que Ucrania – que es un país libre, soberano e independiente - mantenga su libertad, su soberanía y su integridad territorial.
Yo imagino como hubiera sido la historia de los cubanos y la historia de la relación de Cuba con Estados Unidos, si después de [Barack] Obama hubiera venido otro presidente de Estados Unidos, que no hubiera sido [Donald] Trump. Sin duda la historia hubiera sido distinta.
Pero la historia es la que es. Lo que tenemos que ver ahora es cómo conseguimos que en el futuro sea mejor. Y para que sea mejor es necesario que el mundo se enfrente a quien [Rusia] ha agredido a un país, Ucrania, sin ninguna razón, desestabilizando las economías de todo el mundo.
El año pasado todo el mundo vivió circunstancias muy difíciles desde el punto de vista de los precios de la energía y de la alimentación. Y yo sé que ahora Cuba se está enfrentando en el caso particular de la energía, de la electricidad y de los combustibles, a una situación especialmente difícil, seguramente de las más difíciles de su historia. Y por eso hay que reforzar los vínculos económicos con la Unión Europea.
Pero nosotros queremos ser algo más que cifras económicas. Permítanme decirles que nos gustaría que el modelo económico y político de Europa, que está basado en la sostenibilidad ambiental, en la equidad social y en el desarrollo de las capacidades de la persona, sea un modelo que pueda interesar al pueblo cubano.
Nuestro deseo es acompañar a Cuba en su proceso de apertura, de reformas económicas y sociales, desde una relación de respeto mutuo para cooperar en la mejora de la vida de todos los cubanos. Y para eso celebraremos pronto un diálogo sobre derechos humanos. Espero poderlo hacer antes de fin de año. Celebraremos este diálogo político y de cooperación y fortaleceremos nuestras relaciones, incluyendo, por supuesto, los derechos políticos, el comercio, las políticas sectoriales y la modernización de la economía. Está demostrado que es la iniciativa de los millones de personas que pueden aportar su parte en el proceso económico de un país, lo que permite construir ese proceso.
Créanme, desde la fortaleza de la presencia económica de Europa en esta isla y nuestra voluntad de cooperación, seguiremos explorando nuevas vías para colaborar con ustedes. Quiero dar muchos ánimos a todos los que se atreven a emprender. Emprender es una palabra muy positiva en Europa. El que se atreve a emprender, el que asume riesgos, el que busca crear, construir, producir, merece todo nuestro apoyo. Son ustedes la sal de la economía, lo que le da vida, lo que acabará, sin duda alguna, mejorando la capacidad de producción y el bienestar de los cubanos.
Mucha suerte y muchas gracias.
Enlace al vídeo (desde 0:35): https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-241761