Centro de Satélites de la Unión Europea: Declaraciones del Alto Representante Josep Borrell en la rueda de prensa
¡Solo es auténtico el texto pronunciado!
Buenas tardes,
Es un placer estar de nuevo en Torrejón, en este centro de satélites que tiene la Unión Europea, que no es demasiado conocido, merecería ser mucho más conocido, porqué los satélites están en todas partes y en todo momento de nuestras vidas. Desde los teléfonos móviles a la navegación de nuestros coches o a la retirada de moneda de un cajero, detrás hay un satélite. Un satélite que provee información en tiempo real, que nos ayuda a combatir los incendios forestales, a conocer mejor la situación en los frentes de combate y en particular ahora en Ucrania.
No sé si habéis tenido ocasión de ver algunas de las imágenes que los satélites que este centro controla nos proveen cada día. Desde la defensa a todas las aplicaciones de la vida cotidiana.
Ya hace 30 años que Torrejón alberga este centro de satélites. A lo largo de sus 30 años, este centro - del que me honra presidir su Consejo de administración - ha suministrado cada vez más inteligencia geoestratégica a la Unión Europea y a sus Estados miembros, ha contribuido a desarrollar nuestras misiones [inaudible].
[Inaudible] viendo a través de los ojos de los satélites los cadáveres a lo largo de las calles de esa ciudad. Sabiendo desde cuándo estaban, para saber quién podía ser el responsable de esas muertes. Y por eso estas imágenes satelitales serán de enorme importancia en la investigación de los crímenes de guerra y en las violaciones de los principios del derecho internacional.
Eso me lleva a algún comentario a la situación en Ucrania y a la guerra que allí tiene lugar. Vemos muy claro a través de estas imágenes con una precisión sorprendente por lo detallado que es, como ciudades enteras han sido destruidas. No solo se destruye un orden mundial basado en normas, sino que se destruyen infraestructuras civiles, entre ellas los almacenes de grano. La guerra continúa, desgraciadamente. Continuamos sin tener un acuerdo que las Naciones Unidas están intentando conseguir para poder sacar de Ucrania los 20 millones de toneladas de grano allí almacenadas.
Mañana empezará en Bali la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del G20, al que voy a asistir. También asistirá el ministro [de Asuntos Exteriores] de Rusia [Serguéi] Lavrov y tendremos, pues, ocasión de discutir sobre las causas [inaudible].
La presidencia francesa [del Consejo Europeo] que ya ha terminado ha hecho todos los intentos posibles para que tenga lugar la conferencia intergubernamental que iniciase el proceso de negociación. Tal cosa no se ha conseguido todavía. El trabajo continúa y sigo esperando que en las próximas horas podamos celebrar esta conferencia y que Macedonia del Norte y Albania puedan emprender el proceso de negociación largo tiempo pendiente.
Madrid ha sido el escenario de la cumbre de la OTAN y, como responsable de construir una política europea de seguridad y defensa, quiero expresar mi satisfacción por el positivo resultado de la cumbre de la OTAN. No se trata en absoluto de escoger entre la OTAN o la Unión Europea. La Unión Europea no es una alianza militar, pero quiere construir una política común de seguridad y defensa. La OTAN sí es una alianza militar. Dos países europeos más se han unido a esta alianza - Finlandia y Suecia.
Se han tomado decisiones muy importantes para hacer frente a la agresión de Rusia a Ucrania: un nuevo concepto estratégico, una presencia reforzada en el flanco este de la OTAN, la aprobación de un paquete de ayuda a Ucrania, la invitación a Finlandia y Suecia a unirse a la OTAN y la creciente y ampliada preocupación por el flanco sur. Todo eso son buenas noticias para la seguridad en Europa. Siempre he dicho que una OTAN más fuerte sería positiva para Europa y que unos ejércitos europeos más capaces y una Europa de la defensa más completa también beneficiaría a la OTAN.
No hay, por lo tanto, ninguna clase de competencia ni de rivalidad entre las dos organizaciones, sino un partenariado y una complementariedad mutua. La Unión Europea ha reconocido el papel de la OTAN en el campo de la defensa colectiva. Está en el Tratado de Lisboa, está en nuestra brújula estratégica y ahora ya no son 21 - pronto serán 23 - Estados miembros de la Unión [Europea] los que estarán en la OTAN. Pero también quiero señalar que otro estado de la Unión [Europea], Dinamarca, que ya estaba en la OTAN, pero que no estaba dentro de las políticas de seguridad y defensa europeas, ahora ha decidido unirse a ellas. Y los daneses han votado para que su país forme parte de nuestra política común de seguridad y defensa.
Hay, por lo tanto, una creciente convergencia geográfica y estratégica entre las dos organizaciones. La Unión Europea ha hecho en el campo de la guerra contra Ucrania acciones que no están dentro del ámbito de las capacidades de la OTAN. Por ejemplo, 6 paquetes de sanciones contra Rusia; el suministro de armamento pesado a Ucrania a través de los presupuestos europeos, a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, porque con esta guerra estamos también preservando en el futuro la estabilidad y la seguridad de Europa; o dando a Ucrania el estatus de candidato de la Unión. Son cosas que complementan los esfuerzos defensivos de la OTAN. De manera que yo me alegro del éxito de esta cumbre, que nos va a permitir profundizar la cooperación con la Unión Europea en una serie de aspectos - desde la movilidad militar a la resistencia al cambio climático, a las tecnologías disruptivas, a los ataques cibernéticos, a los ataques híbridos y mirando más allá de Europa y del Atlántico, al desafío sistémico que representa China.
Creo, pues, que en su conjunto han sido buenos días para seguir trabajando por la seguridad en Europa. Y eso es lo que les quería comentar aprovechando que hoy se reúnen aquí, en este centro de satélites, representantes de todas las instituciones y de todas las agencias que la Unión Europea tiene en España.
Muchas gracias.
Q&A
Q. Me ha parecido entender que se va a reunir con el ministro de Asuntos Exteriores de Russia [Serguéi] Lavrov en la reunión del G20...
No, no me voy a reunir con el ministro de [Asuntos] Exteriores [Serguéi] Lavrov. Hay una reunión de los ministros [de Asuntos Exteriores] del G20 en la que va a participar el ministro Lavrov.
Q. ¿Descartamos que pueda haber una reunión con el ministro?
No está prevista ninguna reunión con el ministro Lavrov, sino la participación de 20 ministros y, entre ellos, el ministro Lavrov, en una reunión.
Q. Alemania ha lanzado el mensaje de que nos esperan meses duros en Europa. La previsión es que Rusia vaya reduciendo cada vez más el envío de combustible de fósiles, básicamente el gas. En su opinión, ¿qué futuro nos espera? ¿cuáles serían sus mensajes para la población? ¿realmente es necesario volver a esos mensajes de que se debería ahorrar energía?
Ahorrar energía siempre es bueno. El ahorro energético es unas de las piezas clave de una economía sana para empezar, de una lucha eficiente contra el cambio climático y de administrar bien nuestros recursos naturales. No debería ser ninguna novedad una la llamada al ahorro energético. De hecho, se viene haciendo desde hace muchos años.
Ahora hay que hacerlo más, porque los suministros energéticos pueden pasar - y de hecho están pasando - por momentos de tensión que se traducen ya en incrementos de precio y en algunos países - no en Europa – en dificultades de suministro.
En los paquetes de sanciones que hemos adoptado contra Rusia, se ha decidido suprimir tomar medidas restrictivas - que es como se llama en el tratado. La palabra sanciones no está en el tratado. En el tratado no se habla en ningún momento de sanciones, se habla solo de medidas restrictivas. Y hemos tomado medidas restrictivas en lo que al petróleo y al carbón se refiere – en el sentido de prohibir las importaciones de carbón ruso y también fijar unas fechas muy cortas para suprimir para casi todos los países las importaciones de petróleo ruso que, claro está, tendrá que buscarse una alternativa.
En materia de gas no hay tomada ninguna medida restrictiva todavía, pero todos los países están haciendo lo que pueden para buscar fuentes alternativas de suministro y, en consecuencia, las importaciones de gas ruso ya han disminuido. Estaban en el 40% y ahora están ya por debajo del 30%. Sin tomar ninguna medida a nivel europeo ya están disminuyendo aceleradamente. Rusia, por su parte, también está contribuyendo a esta disminución, porque está reduciendo el suministro a algunos países. A algunos se lo ha suprimido al 100% y a otros lo está reduciendo gradualmente. Por lo tanto, las instituciones europeas, en particular la Comisión [Europea], está estudiando esta situación y tomando y preparando medidas para hacer frente a cualquier eventualidad que se pudiera producir después del verano.
Q. Sobre lo ocurrido hace unos días en la frontera de Melilla, usted pidió una investigación sobre los hechos. No sé si da por buenos los compromisos de investigación que han planteado España y Marruecos o si sería necesario que hubiese algún tipo de investigación europea. No sé si este tipo de incidentes deberían hacernos reflexionar sobre los fondos que damos a terceros países para el tema migratorio. No sé si cabe incluso la posibilidad de reducirlos o recortarlos.
No creo que el problema francamente sea la ayuda que damos a algunos países de nuestra vecindad para que mejoren sus capacidades de control de las fronteras.
Una investigación sobre lo que ha ocurrido la ha pedido todo el mundo – también la ha pedido el gobierno español. Pero me parece que es absolutamente imprescindible que cuando ha ocurrido lo que ha ocurrido, se analice exhaustivamente el cómo y por qué eso ha ocurrido. En eso creo que estamos todos de acuerdo.
Hay que conocer las causas y las razones de lo que es, sin duda, una tragedia por el número de personas que han perdido la vida. No creo que nadie pueda decir ni haya dicho lo contrario. Pero lo ocurrido - y lo he dicho ya antes - es una demonstración más de la falta que nos hace a los europeos una política común de seguridad que tenga una dimensión en la vertiente migratoria. Necesitamos una política común de migración y de asilo. Cuando unos países deciden comunitarizar su frontera exterior y decir todos que su frontera exterior es la frontera de todos, y suprimen sus fronteras interiores, entonces es imprescindible que tengan unas políticas transfronterizas comunes, homologables. Debo reconocer que eso, la Unión Europea que tantos éxitos ha acumulado, no ha sido capaz de hacerlo. No hemos sido capaces de construir una política de migración y de asilo común. Y ahí se ve todos los días la incoherencia que representa que comunitarizamos la frontera, pero no comunitarizamos las políticas transfronterizas. Eso debe ser un acicate y un estímulo para avanzar más deprisa en conseguir lo que desde los tiempos de Tampere, hace ya más de 20 años, no se ha conseguido.
Q. He leído que en la medida en que la conversión por Estados Unidos y la OTAN de la defensa de Ucrania en una cruzada moral dificulta toda negociación, porque desde esa concepción solo cabe la victoria absoluta. ¿Cómo piensa la Unión Europea seguir esa línea tan relevante de líder “hard”, que dice “si quieres la paz, estudia la guerra”? ¿Cómo están ustedes estudiando la guerra, más allá de los titulares de los periódicos o de las imágenes del centro de satélites?
La Unión Europea es una organización que tiene por objetivo la paz y la prosperidad – nuestra y de nuestros socios. Tenemos con Ucrania el Acuerdo de Asociación más importante, más extenso y más completo que tenemos con ningún otro país en el mundo. Es nuestro socio prioritario desde el punto de vista de los lazos que nos unen con Ucrania - políticos y económicos. Hemos invertido en Ucrania antes de la guerra más de €15.000 millones, ayudando a su desarrollo social y económico, ayudando a sus reformas políticas para hacer la democracia ucraniana más plena y más sólida. No es de extrañar, pues, que cuando Ucrania es invadida, la Unión Europea se movilice para ayudarla, para ayudar a lo que es un socio prioritario.
¿Ayudarla cómo? Sin hacer teología, pero en 3 líneas fundamentales. Primero, la ayuda militar. Ucrania necesita armas para defenderse, nosotros se las suministramos sin entrar en beligerancia. Se las suministra cada Estado miembro - unos más que otros, Polonia y los países bálticos [son] sin duda los primeros. Se la suministramos desde la Unión Europea y eso es una gran novedad, no había ocurrido nunca antes.
Segundo, imponiendo a la economía rusa sanciones que van a representar un golpe muy duro para la economía rusa. Todos los indicadores lo muestran ya. Miren la producción de coches en Rusia, miren el número de horas voladas por sus aviones civiles. Cualquier indicador económico está en caída libre. Lo único es la cotización del rublo, pero eso es un efecto puramente mecánico para una balanza comercial que importa menos porque no le exportamos y que exporta un producto que aumenta el precio como son los combustibles. Pero el rublo ha dejado de ser una moneda convertible.
Tercero, la presión internacional - en las Naciones Unidas y en los contactos con todos los países del mundo. Hemos hecho esto y lo seguiremos haciendo hasta que Ucrania pueda sentarse en una mesa de negociación. Cuando llegue ese momento - que llegará - Ucrania debe estar en la mejor posición para hacerlo, debe estar en la mejor posición para negociar. Y eso quiere decir tener menos territorio ocupado por el invasor y más capacidad para hacerle frente.
Yo no hablo de cruzadas morales, pero yo he estado en Kiev y he escuchado a los líderes europeos decir que los ucranianos luchan también por nosotros, que luchan no solo por su libertad, sino también por nuestros valores. Pues si eso es así, y no es una simple afirmación retórica, que no lo es, entonces nuestro compromiso con Ucrania debe ser suficientemente intenso y suficientemente fuerte para acompañarla en esta guerra mientras la guerra dura, hasta que haya una negociación. Pero para que haya una negociación, [Vladimir] Putin debe querer hacerlo. Y hasta ahora todos los que han viajado al Kremlin y han hablado con él, han vuelto con una negativa. Han vuelto después de escuchar a alguien decir que no piensa parar la guerra hasta que no consiga sus objetivos militares. Esta es la triste realidad.
Q. Yo pienso que los ucranianos están defendiendo, con armas en la mano, los valores que cimentan la Unión Europea. Y que la bandera europea que tenía una característica muy singular, que no tenía sangre, por primera vez esta bandera europea tiene sangre porque hay gente que la está defendiendo con su sangre.
Estoy seguro de que la he interpretado bien, pero no he querido entrar en discusiones de tipo teológico. Yo me ocupo de cosas muy concretas. Me ocupo de conseguir que haya financiación suficiente y que la financiación permita convertir billetes de banco en armas; que las armas lleguen al frente de combate y que los soldados sepan usarlas. La gente no lucha con billetes de banco, la gente lucha con armas que sabe utilizar. [Me ocupo de] que tengan las municiones adecuadas, que lleguen a un ritmo suficiente para mantener una batalla permanente de 24 horas al día. Me ocupo de unas relaciones internacionales para explicar al mundo que no son nuestras sanciones las que provocan hambre, o las que provocan carestía, o las que provocan aumentos de precios, que es la guerra misma la que lo hace. Y me ocupo de organizar sanciones y aplicarlas para debilitar a la economía rusa. Eso es lo que creo que Europa debe hacer y está haciendo.
Os agradezco la atención e insisto una vez en que la cumbre de OTAN y su éxito son una buena noticia para la defensa europea.
Enlace al vídeo: https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-228196