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Diplomacia parlamentaria UE-México: fortaleciendo lazos en beneficio de nuestros pueblos

Columna "Ventana a Europa" del Embajador de la Unión Europea en México, Francisco André, para el diario Excélsior.

En un mundo globalizado como en el que vivimos, prácticamente todas las esferas de la vida pública tienen un elemento internacional. El comercio exterior, el incremento de la movilidad humana y, sobre todo, la proliferación de retos globales que requieren de soluciones comunes ha llevado a una diversificación de actores en la esfera internacional. Desde hace ya décadas, las y los diplomáticos no somos los únicos que nos dedicamos a las relaciones internacionales: empresarios, sociedad civil, periodistas, escritores, artistas, académicos, estudiantes, todos los sectores tienen la posibilidad de proyectarse al exterior. Esta diversificación no sólo se ha producido en el conjunto de la sociedad, sino también en el seno de las instituciones políticas. De esta forma, las cancillerías comparten con otros ministerios e instancias gubernamentales la proyección exterior de los países. Dada la central importancia de los parlamentos en la vida democrática nacional, desde mediados del siglo XX se viene hablando de la diplomacia parlamentaria como pilar fundamental de la acción exterior de un Estado.

México y la Unión Europea (UE) conocemos bien esta herramienta que complementa la diplomacia tradicional. En el ámbito internacional, el Congreso o el Parlamento Europeo no se limitan sólo a la ratificación de acuerdos internacionales, aspecto de vital importancia en su labor legislativa, sino que, en su papel más amplio, representan los intereses del pueblo. Frente a los múltiples acontecimientos y desafíos globales, nuestros representantes políticos no deben quedarse al margen. Su acción frente al acontecer mundial es mucho más relevante y necesaria de lo que podríamos imaginar. En los últimos años, las y los legisladores han podido desarrollar una intensa actividad internacional que les ha permitido tener un diálogo permanente y constructivo con sus homólogos de otros países o incluso con cancilleres, empresas internacionales u otros actores relevantes para defender los intereses de sus ciudadanos.

Como es bien sabido, México y la UE comparten valores y principios democráticos, y la relación permanente de nuestros senadores y diputados es fundamental para poder proyectarlos hacia el exterior.  Es por ello que, en el marco de nuestro Acuerdo Global, se creó la Comisión Parlamentaria Mixta México-UE, integrada por 14 senadores y diputados mexicanos y 14 eurodiputados de todas las formaciones políticas, la cual institucionalizó el diálogo político a nivel parlamentario. Los trabajos conjuntos tienen como prioridad la promoción de la democracia y los derechos humanos, la defensa del multilateralismo y la promoción de nuestra relación bilateral, incluido el impulso de nuestro Acuerdo Global modernizado que, en su debido momento, requerirá la ratificación tanto del Senado mexicano como del Parlamento Europeo. Es decir, como representantes democráticos del pueblo, ellas y ellos tienen la última palabra sobre los acuerdos internacionales suscritos. 

Hoy, gracias a la amable invitación de la senadora Beatriz Robles, tengo el honor de asistir al Senado para reunirme con los miembros de Congreso mexicano que participarán en la Comisión Parlamentaria Mixta UE-México durante los próximos años. Tengo el firme propósito de trabajar con cada miembro de esta delegación mexicana en el fortalecimiento de nuestros vínculos y colaborar juntos para incrementar los beneficios mutuos de la Asociación Estratégica entre México y la UE en una época en la que se necesita dialogar y trabajar con los socios para alcanzar acuerdos que mejoren la vida de nuestros ciudadanos.

La diplomacia parlamentaria nos acerca como Estados, sociedades e individuos, y es un instrumento eficaz para profundizar nuestros lazos políticos, económicos y culturales, así como alcanzar los acuerdos internacionales que tanto necesitamos para crear una prosperidad compartida, al tiempo que defendemos y promovemos valores comunes como la paz, el respeto al derecho internacional y el multilateralismo.

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