Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura: Declaración del Alto Representante
La tortura es una práctica repugnante y un crimen aborrecible. Está prohibido en cualquier circunstancia. Sin excepción.
Hace 40 años, la comunidad internacional marcó un momento crucial en la lucha por los derechos humanos con la adopción de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (UNCAT).
La Convención sigue siendo uno de los instrumentos más críticos para prevenir, prohibir, enjuiciar y sancionar la tortura, así como para garantizar la protección y participación de las víctimas y supervivientes.
Aún así, se necesitan más medidas para que se implemente en su totalidad.
En los últimos años, hemos sido testigos de un inquietante aumento de los incidentes de violencia policial, incluidos los malos tratos y la tortura, en el contexto de las protestas pacíficas.
El uso de la tortura como método para sofocar la disidencia política y restringir el espacio cívico es inaceptable. Tales acciones socavan el tejido mismo de la democracia y erosionan la confianza en las instituciones y el Estado de Derecho. Alimentan ciclos de violencia y disturbios.
La UE contribuye a la erradicación de la tortura a través de diversos instrumentos. Por ejemplo, regulando el comercio internacional de instrumentos susceptibles de tortura o restringiendo y supervisando su uso dentro de la Unión. En 2017, la UE, junto con Argentina y Mongolia, puso en marcha la Alianza Mundial para el Comercio Libre de Tortura para poner fin al comercio de bienes utilizados para la pena capital y la tortura. Hasta ahora, 63 Estados se han adherido a la Alianza. Aquellos que aún no se han unido, deben unirse a la Alianza y comprometerse con medidas que controlen y restrinjan las exportaciones de estos bienes.
Debemos mejorar la supervisión independiente, la transparencia y la rendición de cuentas para mitigar el riesgo de tortura y otros malos tratos. La UE continuará su trabajo con el Consorcio Unidos contra la Tortura con este fin. Continuaremos la promoción mundial y la cooperación internacional para fortalecer la participación de los supervivientes y los órganos judiciales de los países socios, para capacitar a las fuerzas del orden en las normas de derechos humanos y la programación para la rehabilitación y asistencia a las víctimas y sus familias.
En este importante día, reconocemos el incansable trabajo de las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos para que se escuchen las voces de los afectados.
La tortura es una forma extrema de abuso de poder. Sus efectos cambian vidas a través de generaciones y son difíciles de reparar. A cada superviviente, le decimos: compartimos su dolor, y los apoyamos en hablar y en su viaje hacia la curación y la justicia.
El 26 de junio, en el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la UE pide una política de tolerancia cero a la tortura y otros malos tratos. Todos deberían unirse a la lucha por la erradicación de la tortura y los malos tratos en todo el mundo.